La brecha digital representa una desigualdad entre las personas que tienen acceso o conocimientos relacionados a las nuevas tecnologías y las personas que no disponen de ello. Estas desigualdades se observan en el acceso de los dispositivos tecnológicos y en el uso y comprensión de las que tenemos a nuestro alcance.
Esta brecha digital presenta diversos tipos según desigualdades entre estas: económicas, edad, educación, zona geográfica en la que te encuentres o de género.
La segunda brecha digital hace referencia a las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto al uso y la habilidad de desenvolverse en Internet. Esta se puede considerar como difícil de superar, dado que estas diferencias de género construyen obstáculos debido a temas culturales e institucionales, apartando a las mujeres del ámbito tecnológico.
La tecnología en la actualidad es una herramienta que permite el desarrollo y el avance en distintos ámbitos como son: la sociedad, la medicina, la educación, en el hogar, o en el trabajo, por lo que es algo necesario tener unos mínimos conocimientos de las nuevas tecnologías.
Para ello, las instituciones públicas tratan de provocar una inclusión digital en la ciudadanía. Este termino conlleva la reducción de la brecha digital, siendo la máxima prioridad para estas. Por tanto, las acciones que llevan a cabo serian: una inversión en infraestructura y en la alfabetización de los ciudadanos. El colectivo que presenta mayores carencias tecnológicas son las personas adultas, las cuales no han recibido suficientes conocimientos sobre este tema. De manera que, el ámbito educativo, será en el que más hincapié habrá para introducir las infraestructuras. En consecuencia, los ciudadanos que ingresen en las escuelas, presentarán una mayor cantidad de información acerca del mundo tecnológico.
En conclusión, la tecnología avanza día a día construyendo un mundo en el que encontramos desigualdades, pero que con la ayuda de las instituciones, se puede reducir el impacto de la brecha digital en la sociedad. Como futuros docentes, observamos que la educación va encaminándose a la digitalización, por tanto es importante que tanto los docentes como los alumnos no
nos quedemos por el camino. Para ello, la continua formación de ambos colectivos es la base para que las desigualdades desaparezcan.